El instinto es innato, no es fruto del aprendizaje. Esta silla tiene una génesis instintiva. Las líneas resultantes son simples e inmediatamente comprensibles. El dibujo de Dilmun hace de cofre a formas indelebles, atemporales, que contribuyen a hacernos saborear la estética de la pieza.
Silla con carcasa de poliuretano tapizado en tejido, piel, ecopiel o en la versión antimicrobiana. Base de cuatro patas de madera de ceniza sólida barnizado a polvo en varios acabados.